La medicación oral suele tomar la forma de pequeñas pastillas de colores. Se presiona en ellos la cantidad adecuada de una sustancia curativa junto con los excipientes, lo que facilita la dosificación y la toma de medicamentos. Hay pastillas que se deben tragar, masticar o las que se disuelven debajo de la lengua. Las píldoras tienen una amplia gama de aplicaciones en medicina, pero las que están disponibles sin receta médica son las más comunes. La gente compra miles de millones de analgésicos, varias vitaminas y suplementos que apoyan el trabajo de los órganos del cuerpo, regulan el metabolismo, mejoran la concentración o facilitan el proceso de conciliar el sueño. Las píldoras se presentan en algunas formas y colores. Hace algún tiempo los farmacéuticos empezaron a vender cápsulas, en las que el principio activo se presenta en forma de polvo o granulado rodeado por la cubierta exterior de gelatina. El uso excesivo de medicamentos puede ser peligroso ya que es fácil volverse adicto o crear reacciones adversas como resultado de mezclar varias sustancias curativas. Las pastillas deben mantenerse fuera del alcance de los niños, que pueden confundirlas con dulces.
