Los guantes se encuentran entre las prendas de vestir más antiguas. Homero los describió en la "Odisea" como una especie de protección para las manos contra lesiones. A lo largo de los siglos, los guantes han servido a las personas como parte de la armadura de los caballeros o como protección contra el frío. Las mujeres comenzaron a usarlos como accesorio de moda ya en la Europa del siglo XIII. Se han convertido en un accesorio obligatorio de toda mujer noble desde el siglo XVI. Hoy en día se usa principalmente para proteger las manos del frío, sin embargo, los guantes de seda o de encaje todavía se consideran un elemento muy elegante y refinado de un vestido de noche o de visita.
