Durante muchos siglos, las notas escritas a mano fueron la forma más popular de comunicación entre familiares y amigos que estaban a cierta distancia unos de otros. Hoy en día, la correspondencia tradicional ha sido reemplazada casi por completo por correos electrónicos y mensajes de texto. Gracias a ellos podemos ponernos en contacto con nuestros seres queridos en cualquier momento y sin importar la latitud. Sin embargo, no reemplazarán las cartas de papel y las postales de un viaje que, a veces almacenadas durante décadas, eran un recuerdo extremadamente valioso. Los sobres con las noticias de un ser querido se habían esperado durante semanas y los que se encontraban en los buzones de correo se reunieron en paquetes más grandes y se encuadernaron con una cinta decorativa. Las cartas de amor y los saludos en postales se guardaban en cajas, estuches o cajones especiales, así como flores secas y pequeños artículos de valor sentimental.