Una alfombra hecha con restos de tela animará cualquier interior y es muy sencilla de ejecutar. Basta con tener tiras de telas de colores y una cuerda o hilo grueso y duradero. La alfombra suave y multicolor contrasta muy bien con los suelos de madera o baldosas. El patrón irregular, que se refiere a patrones étnicos populares, será perfecto para aquellos que no están dispuestos a ordenar todos los días. Gracias a la alfombra original hecha a sí misma, la sala de estar, el dormitorio, el pasillo o la terraza se volverán más acogedores y todos se sentirán como en casa.