Desde los tiempos más remotos, la gente ha utilizado sustancias que mejoran el sabor y las propiedades de los alimentos. Las primeras especias podrían haber sido utilizadas para funciones mágicas o rituales, sin embargo, con el tiempo, sus cualidades gustativas han ganado importancia. Vale la pena recordar, sin embargo, que algunos de ellos también pueden afectar la digestión o prolongar la frescura del producto, retrasando la putrefacción. No en vano se añaden mejorana o salados a platos difíciles de digerir, ya que ayudan a nuestro organismo a lidiar con dichos ingredientes más rápidamente. Por otro lado, algunas especias pueden ampliar la idoneidad de los platos cocinados para el consumo.