Cuenca es una ciudad ubicada en la parte central de España en una colina rocosa empinada entre los dos ríos –Huécar y Júcar. El área de terreno en la colina que era adecuada para el desarrollo era limitada, por lo que los habitantes medievales se vieron obligados a construir sus casas al borde del abismo. Cuando en el siglo XV la población de la ciudad comenzó a crecer rápidamente, se construyeron casas cada vez más altas. Algunos de ellos tenían hasta siete pisos. En consecuencia, Cuenca es una ciudad que se amontona sobre el borde de un acantilado y sus edificios inusuales se denominan comúnmente casas colgadas (en español: Casas Colgadas).