Rumania es uno de los pocos países de Europa que puede presumir de una gran población de caballos salvajes. Ocurren principalmente en las zonas de las estribaciones del norte del país y en el este de la reserva natural del delta del Danubio. Los caballos salvajes necesitan un espacio enorme y por eso en la Europa densamente poblada hay pocos lugares donde puedan vivir en paz. Los caballos se reúnen en manadas bastante grandes, no le temen a la gente, a menos que sean molestados. Si tiene suerte, podrá encontrarlos pastando en los prados de la carretera o descansando a la sombra de los árboles.