Las piedras en la playa, constantemente bañadas por las olas del mar y azotadas por fuertes ráfagas de viento, suelen tener una superficie lisa y forma redondeada. Gracias a esto, brillan al sol y forman una decoración natural de la costa. Los ejemplares más bellos, recogidos por los senderistas en la playa, pueden ser un bonito recuerdo de vacaciones. Los guijarros también se utilizan para decorar fragmentos de parcelas de tierra. Gracias a estas piedras pequeñas, coloridas y redondeadas, puedes crear un camino en el jardín y decorar macizos de flores.