El café se originó en Etiopía; allí se conocía desde el primer milenio antes de Cristo. Los comerciantes árabes lo transportaron posteriormente a las zonas del actual Yemen y desde este lugar se extendió el hábito de tomar café por todo Oriente Próximo y luego por todo el mundo. Ya en la Edad Media, los pueblos que habitaban el territorio de la actual Turquía solían beber café en pequeñas vasijas de barro y loza que se asemejaban a las tazas que se usan hoy en día. El café se ha servido allí hasta el día de hoy.