Las gotas dulces recubiertas de azúcar para masticar, chupar o masticar son un bocadillo popular durante los viajes, las visitas al cine o las noches frente a la computadora o la televisión. A diferencia de otros dulces, no se desmoronan y no se ensucian las manos, sin embargo, su forma práctica facilita comerlos en exceso ya que rápidamente dejamos de controlar cuántos puñados de pequeños caramelos entran en nuestra boca. Un riesgo adicional que presentan los dulces en forma de pequeñas pastillas de colores es el hecho de que los niños de varios años que buscan dulces en casa pueden confundirlos con medicamentos que a veces se parecen visualmente a un dulce de frutas.