El consumo de dulces en exceso provoca caries, obesidad e incluso conduce a la adicción. Los caramelos calóricos, desprovistos de nutrientes valiosos, que contienen componentes, aromas, conservantes y rellenos artificiales, tienen muy pocas ventajas desde el punto de vista dietético. Aun así, el uso ocasional de bocadillos dulces y poco saludables no carece del todo de sentido. En situaciones de crisis nos aportan energía y mejoran el estado de ánimo. Unos dulces que comer de vez en cuando no arruinarán nuestra salud, todo lo contrario, harán más atractiva una tarde lluviosa o una reunión con amigos.