Muchas frutas ricas en vitaminas y microelementos están disponibles solo en el corto período del año, lo que limita significativamente su disponibilidad en el mercado. Frutas como arándanos, arándanos, fresas, ciruelas o grosellas se recolectan solo durante unas semanas durante las cuales podemos disfrutar de su sabor. Sin embargo, es difícil almacenarlos sin procesarlos porque son muy inestables y delicados. Uno de los métodos utilizados por generaciones para conservar el sabor y las propiedades de la fruta de temporada es la elaboración de mermeladas y conservas, cuyo sabor recuerda a los rayos del sol de verano en el que maduraban los frutos.