El color rosa está asociado con la infancia, la delicadeza y la feminidad. Se utiliza en la cromoterapia como el color que activa un cuerpo, favorece el juego y conquista a los demás. No es recomendable para personas inmaduras ya que puede resultar demasiado deprimente para ellas. Las reglas de la terapia del color indican que es el color para las personas a las que les gusta correr riesgos y anhelan el amor.