El final del verano y el otoño es la temporada de cosecha tradicional en las zonas de clima templado. Las uvas, calabazas y tubérculos se encuentran entre las plantas comestibles más comúnmente asociadas con esta época del año. Es aconsejable utilizar algunos cultivos para preparar conservas con el fin de disfrutar del sabor de las frutas y verduras en mermeladas, purés, licores o adobo de vinagre. Algunas frutas y verduras, como manzanas, patatas y otros tubérculos, pueden almacenarse durante varios meses sin tratamiento térmico previo. Otras plantas comestibles deben congelarse o secarse para conservarlas.