Los granos de frijol, considerados excepcionalmente nutritivos y saludables (sobre todo son ricos en proteínas), tienen muchos usos. Los frijoles se pueden consumir frescos (después de cocinarlos) o procesados (congelados y enlatados). Los granos de frijoles se pueden cocinar como platos para la cena (por ejemplo, una sopa deliciosa), los frijoles rojos se pueden usar como aditivo para las carnes. Lo que es interesante, algunas investigaciones proporcionaron evidencia de que los frijoles tienen algunas propiedades curativas: el caldo de frijoles es diurético y también reduce el nivel de azúcar en la sangre. Por esa razón, a veces se usa para curar la diabetes y las enfermedades renales.