Česneková polévka, es decir, sopa de ajo, servida con tostadas y queso, es un plato tradicional del pueblo checo. El plato se prepara a base de caldo de verduras y carne, con patatas ralladas y bastante ajo. La sopa se sirve con un huevo batido y se espolvorea con queso amarillo. Los trozos de pan crujientes que se cortan en cubitos y ligeramente asados, llamados crutones, son un ingrediente tradicional de las sopas checas. La sopa de ajo, debido a la abundancia de ingredientes aromáticos, se puede preparar en una versión vegetariana, a base de caldo de verduras. Česneková polévka tiene algunas cualidades de calentamiento y por eso sabe mejor en invierno.