Los caramelos duros suelen ser pequeños con dulces con sabor a frutas. Son baratos y tienen una composición relativamente simple, cuya base es azúcar o jarabe de glucosa-fructosa, agente colorante y aroma. A veces, los caramelos duros también se recubren con polvo dulce gracias a lo cual no se pegan en el paquete. Los caramelos duros, es decir, caramelos destinados a chupar, afectan gravemente a los dientes porque se mantienen en la boca durante mucho tiempo, lo que provoca el desarrollo de bacterias y la consiguiente caries. Además, morder caramelos duros puede ponerle en peligro de romperse un diente o lesionarse las encías.