Comemos quesos principalmente como ingrediente de sándwiches y platos calientes, como pizzas o guisos de pasta. Sin embargo, vale la pena agregar un poco de queso a las ensaladas. Además del popular queso feta, todos los quesos se pueden utilizar para este propósito, desde el queso amarillo duro de maduración hasta el queso ricotta suave y cremoso, con el que puede preparar un aderezo original. Los quesos son ricos en calcio, microelementos y proteínas. Sin embargo, pertenecen a productos grasos, por lo que las personas con una dieta baja en grasas deben consumirlos con moderación. Lo mejor es consumirlos por las mañanas porque proporcionan sensación de saciedad durante mucho tiempo y son una buena fuente de energía.